jueves, 12 de abril de 2012

Nuestra Anatomía Linfática


     
     El conocimiento de la clasificación, localización y distribución del sistema linfático en nuestro organismo adquiere una importancia a la hora de tener que tratar a un paciente con patología linfática. La anatomía por sí misma nos brinda la información necesaria para comprender la dirección del drenaje de los diferentes sectores corporales.

      El sistema linfático es parte del sistema vascular periférico compuesto por un sistema superficial y otro profundo con estaciones ganglionares o linfonodos intercaladas y conexiones entre ambos.
Los vasos linfáticos, así como los linfonodos linfáticos, se dividen en dos sistemas:
• Sistema superficial o supra- aponeurótico.
• Sistema profundo o sub- aponeurótico.

      La aponeurosis superficial separa al sistema profundo del superficial permitiendo que ambos se comuniquen.

    El sistema linfático superficial se origina en los diferentes sectores cutáneos. Los colectores se extienden a lo largo de la superficie del tejido adiposo o bien lo penetran.
Normalmente, acompañan a los vasos sanguíneos superficiales.

       El sistema linfático profundo, en cambio, se origina en el sistema osteo- músculo- articular. Acompaña a los vasos profundos del miembro.
  
      Los colectores en las extremidades discurren paralelos a las venas y como ellas están dotados de válvulas para asegurar el flujo unidireccional centrípeto.

        Los linfáticos primitivos o iniciales, que son capilares de gran tamaño, forman redes en la dermis superficial que confluyen a los precolectores linfáticos, los cuales, son valvulados y presentan musculatura lisa, llevan la linfa unidireccionalmente hacia los colectores de la dermis profunda y del tejido subdérmico, estos a su vez drenan en los linfonodos linfáticos interpuestos en su camino, de los que sale un nuevo grupo de colectores de mayor calibre hacia otros linfonodos o forman colectores de mayor calibre en dirección central, confluyendo en 2 grandes sistemas:
     • Los colectores linfáticos de las extremidades inferiores y lumboaórticos confluyen en la cisterna del quilo o de Pecquet, donde sale el conducto torácico, que desemboca en el confluente  yugulosubclavio izquierdo, lugar donde también confluye la linfa de la mitad izquierda de cabeza y cuello, hemitórax izquierdo y miembro superior izquierdo.
     • La linfa de la mitad derecha de cabeza y cuello (tronco yugular), hemitórax derecho (tronco broncomediastínico) y miembro superior derecho (tronco subclavio), confluye en la gran vena linfática, que  desemboca en el confluente yugulosubclavio derecho.

     Todos los vasos linfáticos (precolectores y colectores) y el conducto torácico tienen unas válvulas que impiden la circulación retrógrada, de tal modo que la circulación se establece en sentido centrípeto, es decir, de distal hacia proximal.
     
      Existen además unas unidades funcionales llamadas linfangiones, que son segmentos de vaso comprendido entre dos válvulas con actividad contráctil ya que poseen células musculares lisas y terminaciones nerviosas, que existen en todos los vasos salvo en los capilares.

      La contracción activa del linfangión propulsa la linfa en sentido centrípeto. Los linfangiones se contraen entre 6 y 12 veces por minuto y el estímulo específico para su contracción es la distensión por el líquido en su interior, de manera que a mayor volumen, aumenta la frecuencia de las contracciones. Los linfáticos iniciales, desprovistos de células musculares lisas, se  benefician de la contracción muscular y arteriolar adyacente para contribuir a esta circulación centrípeta que, además, también está favorecida por la presión del líquido intersticial y los movimientos respiratorios.

   Desde el punto de vista terapéutico- kinésico, el Sistema Linfático Superficial es de especial interés debido a las siguientes causas:
   a- A nivel de los miembros la linfostasis interesa la zona comprendida entre la piel y la aponeurosis superficial. Las anastomosis entre el sector superficial y profundo son poco numerosas y funcionales, lo que nos permite explicar a nivel terapéutico, la imposibilidad de una derivación de la linfa hacia el territorio profundo a fin de lograr la evacuación del edema.
    b- El sistema linfático superficial predomina volumétricamente sobre el sistema profundo.
    c- El sistema superficial es el encargado de transportar el 80% de la carga linfática.
   d- A las ya descriptas corrientes linfáticas superficiales denominadas homolaterales (drenan siempre el mismo hemicuerpo ), se agregan las corrientes linfáticas superficiales contralaterales, que nos brindan la posibilidad de evacuar el edema hacia otras regiones contralaterales.
   e- Existen corrientes linfáticas tanto en miembro superior como inferior que en su recorrido no hacen estación en los centros ganglionares de axila e ingle respectivamente, lo que permite derivar la linfa hacia otros sectores corporales. Estas corrientes se denominan: corrientes derivativas o transfer.

Angela Villella
Kinesióloga